La crisis económica está cambiando nuestros hábitos y
valores como consumidores y ciudadanos.
Casi el 60% de los españoles dice consumir ahora menos que
hace un año, 71% entre 35 y 54 años de edad. El ocio, seguido de ropa y calzado,
alimentación y turismo, son los apartados en los que más nos hemos ajustado el
cinturón.
Aunque el paro y en, menor medida, la pérdida de poder
adquisitivo se perciben como los principales efectos negativos, destaca el 20% de entrevistados que, como
tercer efecto más negativo de la crisis señalan aspectos relacionados con el
ánimo como tristeza, inseguridad o crispación.